"Sólo se sale de una crisis de manera rápida y con pocos daños si se trabaja más y se gana menos".
Angel Nicolás, presidente de los empresarios de C-LM (27/09/2009)

viernes, 6 de marzo de 2009

Simbolos franquistas ¡ NO !


La decisión de retirar dos cruces de simbología franquista en Mota del Cuervo (Cuenca), en aplicación y cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y mediante la aprobación de una moción al respecto con los votos de IU y el PSOE ha desatado las iras de sectores reaccionarios.

El alcalde de IU de Mota del Cuervo ha recibido ya las primeras muestras de como reaccionan algunos extremistas que han arrojado pintura en la puerta de su vivienda particular.

Este próximo sábado el PP se concentrará frente al Ayuntamiento. Desde alguna página de extrema derecha se ha convocado una manifestación a las 12 del mediodía. Hace 29 años con motivo de la retirada de un busto de Jose Antonio, la reacción fue la misma, cientos de falangistas con camisa azul encabezados por Blas Piñar recorrieron las calles de Mota coreando insultos y consignas fascistas. Entonces, como ahora, la respuesta es la defensa de la legalidad y el acuerdo mayoritario de una Corporación elegida democráticamente.

Para manifestar el apoyo y solidaridad a estos compañeros que están sufriendo muchas presiones: alcalde Jose Vicente Mota de la Fuente alcaldemota@telefonica.net; el de la asamblea de IU es iumotadelcuervo@gmail.com y el blog de IU Mota es www.iumota.blogspot.com

Comunicado conjunto de los grupos políticos de IU y PSOE de Mota del Cuervo (Cuenca)

A fin de aclarar los motivos del acuerdo plenario de 28 de Noviembre del 2008, por el que los concejales de nuestros respectivos grupos políticos decidieron retirar el monumento a los caídos, y para que nadie puede tergiversar o manipular dichos motivos, manifestamos lo siguiente:

1.- Los concejales tienen la obligación por imperativo legal de cumplir y hacer cumplir las leyes aprobadas en el parlamento. La vigente Ley de Memoria Histórica ordena expresamente a las Administraciones públicas “la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra civil y de la represión de la Dictadura”. El espíritu de esta Ley establece que los símbolos deben ser ocasión de encuentro y no de enfrentamiento entre los ciudadanos. Ignorar esta ley sería vulnerar el ordenamiento jurídico.

2.- El monumento a los caídos, tanto el que estaba situado junto a la fachada norte de la parroquia como el que está ubicado en el cementerio municipal, fue levantado para perpetuar la memoria de la victoria de la guerra civil (según acuerdo de pleno de 1 de junio de 1939), conforme a las instrucciones del Ministerio de la Gobernación en la época y para homenajear a las víctimas del bando sublevado, al tiempo que deshonraba con el silencio y la ignominia a las víctimas del bando republicano

3.- El monumento a los caídos forma un conjunto simbólico único e indivisible. Todas las partes que lo conforman obedecían a una misma finalidad que no era otra que la exaltación del régimen franquista. Por eso se decidió retirarlo en su totalidad.

4.- No nos mueve el más mínimo rencor hacia las víctimas del bando nacional, hacia la iglesia católica ni hacia ninguno de sus símbolos. Por el contrario, nuestra actitud es y seguirá siendo de un profundo respeto. Lamentamos sin embargo, que los responsables de la parroquia no hayan tenido la suficiente sensibilidad cristiana ni democrática para promover la retirada del monumento tras treinta años de democracia, a sabiendas de que muchos vecinos del municipio, con diferentes ideologías políticas, participan habitualmente en sus ritos religiosos. No somos nosotros los que agraviamos a la cruz, que debiera simbolizar a la persona que hizo del perdón, el amor y la reconciliación su modo de vida; son los que la utilizaron políticamente para bendecir la dictadura y el franquismo los que la han agraviado. La prueba de nuestro respeto al símbolo de la cruz y a cualquier símbolo religioso es que nuestros concejales aprobarían, si la iglesia lo solicita, la instalación de otra cruz distinta en el mismo lugar.

5.- Los informes técnicos que obran en el expediente municipal señalan que el monumento a los caídos estaba ubicado en terrenos de dominio público y que fue financiado con fondos municipales, por lo que no era necesario solicitar formalmente el permiso del obispado; a pesar de lo cual hemos intentado mantener en todo momento una buena comunicación con la parroquia, el obispado y los familiares de las personas cuyos nombres aparecían grabados en la piedra. Sentimos la misma indignación por las víctimas injustamente asesinadas, con independencia del bando del que formaban parte.

6.- Lamentamos profundamente que personas de nuestro pueblo se puedan haber sentido molestas con esta actuación, que era necesaria para que ningún símbolo público pudiera ser motivo de rivalidad en el presente y en el futuro. Pero tienen que comprender que no estamos poniendo otro monumento en su lugar que exalte a las innumerables víctimas de la república, y al que tendrían derecho, por estricta igualdad, durante 68 años. Renunciamos a ese derecho en aras de la reconciliación. El único recuerdo que debe perdurar en la memoria es que aquella guerra jamás debía haber ocurrido y jamás debe volver a ocurrir. Mantener dos monumentos exaltando a ambos bandos, además de ilegal, tampoco hubiera sido una solución aceptable, ya que sería perpetuar para siempre en nuestro pueblo la memoria del conflicto

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1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¡¡Viva el pueblo de la Mota y su alcalde!!!!